jueves, 9 de septiembre de 2010

LA PLAZA DE LOS CHINOS

Paseando por la Plaza de las Palmeras me encontré a Raúl, ahí estaba, con espátula y cortafrío en mano dispuesto a arreglar el desaguisado de la Plaza de las Palmeras. Había uno trabajando y cuatro mirando, y en las proximidades, como el que no quiere la cosa, un policía vigilando. Estaban discutiendo entre ellos por qué coño se estaba resquebrajando la Plaza. Unos le echaban la culpa a una partida defectuosa de las baldosas, otros al proyecto, los menos al Equipo de Gobierno, y no hay quien faltaba que le echaba la culpa al Pepé por no hacer nada. Manda huevos.

Es evidente que la Plaza de las Palmeras tiene un problema. Nadie sabe a ciencia cierta qué pasa realmente y estará de acuerdo conmigo que la forma de repararla, poniendo chapas como parches, no es la correcta, es una auténtica chapuza, un despropósito y una muestra más de una falta de responsabilidad total. La Plaza de las Palmeras parece que se ha diseñado más para mirarla que para usarla. Da miedo pasar por ella. En fin, a lo que vamos, andando de puntillas con temor a romper alguna baldosa me acerqué a su lado. Raúl se desprendió de su gorra para secarse el sudor con su pañuelo y se dirigió a mi haciéndome un gesto aprobador con la mano para que participara con ellos en la conversación.

¿Qué tal Raúl? ¿cómo va la obra? ¿os ha contratado el Ayuntamiento?

Con cara de sorpresa, contestó Raúl — ¿Por qué dices eso?

Al veros con el mono de obra y con la hormigonera en marcha pensaba que os había contratado el Ayuntamiento con una partida extraordinaria del PLAN E, y esta vez, en vez de invertirlo en las aceras del polígono lo habían destinado para la rehabilitación, mejora y acondicionamiento de la Plaza de las Palmeras… dos meses más tarde de su inauguración. ¿Sabrás que ya no le llaman la Plaza de las Palmeras?

Raúl, dejando la espátula a un lado contestó —A nosotros no nos ha contratado nadie, lo hacemos por convincción, como lo hicimos los días de las inundaciones, nos gusta buscar soluciones y resolver los problemas inmediatamente. Amigo, la Plaza tiene un pequeño problema de mantenimiento, nada más. Se agrava si pasa un camión por el medio de ella porque no puede salir. Se hunde. Pero no tiene mayor importancia. ¿Acaso has visto alguna noticia en los medios de comunicación?

—¡¡Pero eso es más grave de lo que tú dices!!

Raúl contestó —No. Es un problema pequeño porque tiene una fácil solución, si el camión no pasa las baldosas no se rompen. Así que paz y después gloria. Se prohíbe el tráfico rodado de vehículos, se dispone un policía en las proximidades y punto. Ya vendrá otro Equipo de gobierno con más ganas para resolver el problema definitivamente. O quien sabe, otro PLAN E, en el que malgastar el dinero. No dicen que no tenemos ideas, pues míralas, ahí las tienes, programando para dentro de un par de años…Por cierto, ¿por qué decías que ya no le llaman la Plaza de las Palmeras?, ¿cómo le llaman ahora?

La Plaza de los Chinos

¿Por qué?

Porque ha durado menos que un juguete de los chinos. A ná que toques se rompe.

Raúl, hablando en serio. ¿Es segura la Plaza?¿Pueden pasar vehículos?¿Puede haber grandes concentraciones de público?¿Las fiestas patronales serán seguras?¿Se pueden realizar actividades lúdicas en su interior?¿El Mercado medieval? ¿El romano? ¿El mercadillo? Si es así debería decirse abiertamiente y evitar que se generen falsos rumores. La población no acaba de entender qué hace un policía día y noche en la Plaza. Si es velar por la seguridad de los niños que juegan en la plaza, fenomenal, aunque hay otros formas más baratas; si es por evitar que entre algún vehículo en el interior de la Plaza, me parece bien, pero que lo digan, aunque pienso que existen otras alternativas más económicas para evitarlo, sin perjuicio, claro está, de que se trata de un problema que se debe resolver tarde o temprano. A qué se debe tanta seguridad policial con la falta de recursos que tienen. Deberían decirlo públicamente, sin miedo.

Amigo, por los desperfectos de la Plaza no te preocupes que está en período de garantía…Ahhhy amigo, lo que son los rumores, los Policías que ves no están ahí por nada de eso, es todo una confabulación del Pepé. Ni existen partidas de baldosas en mal estado… ni el suelo está hueco… ni la Plaza se va a caer a pedazos. Qué va. Estábamos en pleno mes de agosto, y tú sabes el calor que hace ahí dentro. No hay quien lo aguante. Estaban tomando el fresco.