martes, 2 de marzo de 2010

YO SOY ORLANDO ZAPATA

Ahí estaba Raúl, tan contento como siempre, rodeado de sus amigos que acostumbran a mirar con indeferencia todas las tropelías que él justifica. No estaba afectado por la muerte de Orlando Zapata, el disidente que la prensa oficial cubana obvió por completo. Falleció el 23 de febrero de este año en un hospital de La Habana tras 85 días en huelga de hambre. Salió en todos los medios de comunicación internacionales menos en Cuba. ¡Qué pena me dan los pseudoperiodistas al servicio de los regimenes no democráticos! Apoyado en la barra del bar, le oía decir que Orlando era un provocador, que había creado deliberadamente ese conflicto, que no tenía ninguna necesidad de hacer huelga de hambre, que no le hubiera costado nada comer un poquito, que sabía perfectamente a lo que se exponía, que era obvio que buscaba su muerte y que quería hacerse el mártir por motivos propagandísticos, mientras a su alrededor se montaba todo un tinglado organizado por los yanquis para que las autoridades cubanas se democratizaran un poquito. Todos sus camaradas le escuchaban y asentían dando cabezazos en forma de aprobación. No me llamaba la atención que buscara justificaciones tan despreciables, lo que más me indignaba era que sus colegas asintieran y aprobaran su discurso. Me dolió ver sus actitudes condescendientes. Lamentando, no condenando. Eran otros más que se habían subido al carro de la intolerancia.

El sepelio de Orlando no fue atendido por ningún medio de comunicación cubano… Ninguna entrevista a los disidentes con el régimen establecido... Solamente pudimos oír a la madre del finado por canales internacionales mientras en los medios de comunicación cubanos ponían una Telenovela…Sin comentarios.

Orlando, era un albañil de 44 años, estaba cansado de que le tomaran el pelo, de que le dijeran que las cosas son así porque sí, y de agachar la cabeza. Le echo un par de huevos y se enfrentó a lo establecido, y dijo ¡basta!. En Manzanares, salvando las distancias, gracias a Dios, hay muchos Orlandos Zapatas, que están cansados del Sindicato de Estomagos Agradecidos, de la falta de ideas de un Equipo de Gobierno tan pasado de moda, tan casposo, tan Patiño, tan Lydia Lozano, cansados de una política local de Sálvame deluxe que lucha por las audiencias a cualquier precio. Allí la audiencia se consigue con programas basuras. Aquí, en vez de audiencias se quieren votos, y en vez de programas basura, se quieren Monólogos en los Plenos, ruedas de prensa basura, y estiércol por todos sitios. De angustia. Hay Orlandos Zapatas en Manzanares, más de los que nos pensamos. Orlandos Zapatas anónimos, que están cansados de que el Equipo de Gobierno del Pesoé mande a la Oposición al Fercam, que no les deje usar locales públicos, que les cobren por hacer su labor de Concejal, que no les dejen conciliar su vida profesional con la de Concejal. Sólo he visto un Orlando Zapata en el Pesoé, y por su descaro, lo han denunciado. Así se las gastan los que no levantan la voz y los que legitiman Ordenanzas mirando para otro lado. Con su indiferencia, son lo mismo que Fidel y Raúl Catro, fancamente, Franco.

Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti. Johne Done